Málaga en cinco escapadas perfectas para despedir el verano

No solo de sol y playa vive la provincia andaluza. También de cultura, gastronomía, festivales, música en vivo, arte… Recorremos cinco puntos de su geografía para disfrutar al máximo.


Ponemos rumbo al Sur y, en concreto, a la provincia de Málaga para descubrir (o mejor dicho, redescubrir) cinco de sus localidades que lo tienen todo: cultura, arte, buena gastronomía, sol, historia, paisajes únicos…

FRIGILIANA Y SU FESTIVAL DE LAS 3 CULTURAS

Este bello pueblo blanco de la provincia de Málaga no es solo uno de los pueblos más bonitos de Andalucía (y de toda España), sino que en verano muestra su mejor cara con un evento que une la fiesta y la cultura desde 2006. Hablamos del festival Frigiliana 3 Culturas, que llega a la XV edición este año del 25 al 28 de agosto con un cartel en el que hay cabida para la música, la gastronomía, el teatro, el arte… No en vano, actividades como la Ruta de la Tapa congregan a infinidad de propios y extraños. El centro neurálgico es el mercado, en el que se suceden más de 100 puestos perfectos para probar la cocina local. Se distribuyen desde la Plaza de las 3 Culturas (llamada así en honor al festival) hasta la Plaza del Ingenio, pasando por la calle San Sebastián y y la plaza de Doña Amparo Guerrero, con el antiguo palacio de los Condes presidiendo el mercado con el logo proyectado sobre su fachada. La citada Plaza de las 3 Culturas es también el lugar en el que se celebran los principales espectáculos callejeros además de los fuegos artificiales que ofrecen un evento piromusical. Incluso hay hueco para actividades infantiles, además de un espacio para la exhibición de vuelo de aves rapaces. Los talleres artesanales para mayores y pequeños, los pasacalles, los conciertos, las sesiones de cine, los cuentacuentos o la clásica cabalgata son otros de los imprescindibles del evento que transforma Frigiliana durante unos días.


LA HUELLA DE PICASSO

Málaga tiene un representante a nivel mundial fuera de serie: Pablo Ruiz Picasso. La urbe no solo alberga su casa natal en la céntrica Plaza de la Merced, sino también uno de los centros dedicados al artista más importantes del planeta. Ubicado en el Palacio de Buenavista desde 2003, cumple su deseo de tener un museo en su propia ciudad. La colección de 233 obras se completa con exposiciones temporales, actividades educativas y culturales, una biblioteca, una tienda y una librería especializada. Este verano no hay que perderse exhibiciones como Picasso visto por Otero, con fotografías de la vida cotidiana del pintor, o la centrada en la artista portuguesa Paula Rego.


RONDA DE LEYENDA

Si hay un lugar emblemático en Andalucía, ése es Ronda, dividido en dos por el Puente Nuevo, ése que hasta 1839 (se construyó entre 1751 y 1793) fue el más alto del mundo con sus 98 metros. Envuelta en la Serranía de Ronda entre apacibles valles, estrechas gargantas y leyendas de bandoleros, la localidad malagueña presume de la plaza de toros redonda más antigua de España. Era uno de los rincones favoritos de Ernest Hemingway y Orson Welles, fans incondicionales del lugar. También hay que visitar el mural dedicado a viajeros románticos como Washington Irving o Prosper Mérimée. Faltaría una parada en Tragatá o El Lechuguita para tapear.


AL SOL DE TORREMOLINOS

Las posibilidades de Torremolinos son infinitas, empezando por su geografía, con su franja litoral que va de la desembocadura del río Guadalhorce a Benalmádena, subiendo hacia las laderas de la Sierra de Mijas. Qué mejor lugar para degustar un espeto, desconectar en el Parque de La Batería, uno de los pulmones verdes de la localidad, o contemplar el atardecer en sus chiringuitos. Sin olvidar acercarse a La Punta o Morro, frontera natural entre dos de las playas más famosas de la ciudad: La Carihuela y el Bajondillo. Por todos estos atractivos, ya ha recuperado las cifras turísticas previas a la pandemia.


LA ETERNA PRIMAVERA DE TORROX

Con una temperatura media de 18ºC, este municipio malagueño ofrece una eterna primavera al contar con el mejor clima de Europa, el de la Costa del Sol. Es uno de los motivos por los que, en los últimos años, se ha convertido en uno de los destinos turísticos de referencia en la zona. Hay que sumar sus playas de ensueño, un entorno natural único y un casco histórico con encanto. Su ubicación, al abrigo de la Sierra Almijara, cuyas cimas más altas se acercan a los 2.000 metros de altitud, hace que no afecte el temido terral en verano ni los fríos más intensos durante los inviernos, proporcionando así la mejor climatología de todo el continente. Luego estaría la belleza natural de este pueblo blanco en el que se mezcla la tradicional imagen de las calles encrucijadas con casas encaladas en blanco y su moderna Plaza de la Constitución, conocida por sus sombrillas de colores. En ella se ubica la Iglesia de la Encarnación y la Casa Palacio de la Joya, dos joyas de la localidad, que también se enorgullece de su ermita de la Virgen de la Nieves, de la Iglesia de San Roque o de la Casa de la Aduana, vestigio del floreciente pasado del municipio que pronto será un museo sobre la historia de Torrox. En cuanto a litoral, cuenta con más de nueve kilómetros de playas cristalinas. Sin olvidar la emblemática atalaya conocida como Torre de Güi, construida en 1497 para evitar las incursiones de los piratas, el faro de Torrox, aún en funcionamiento, o las ruinas romanas de Caviclum, una ciudad romana descubierta en 1905.