La actriz y su pareja Rosauro Vario acudieron a Starlite. Hablamos con ella de sus próximos proyectos.
Por fin Amaia Salamanca y Rosauro Varo, han podido ajustar agendas y coincidir en la salida mas esperada de las vacaciones de la pareja en Marbella, la ciudad donde residen desde 2020. Hasta ahora las apariciones habían sido por separado, porque lo más complicado para ellos es poder tener tiempo para sincronizar sus salida: «El concierto de Leiva es un buen motivo para tener un tiempo de relax con mi pareja, y los niños (tiene tres hijos: Olivia (8), Nacho (6) y Mateo, de 5 años) se han quedado en casa y vamos a disfrutar de lo lindo con su música. Soy muy feliz en Marbella»: Así nos decía a la entrada del recinto Amaia a LA RAZÓN que atendió a nuestro medio junto con su pareja, actual vicepresidente de Prisa y consejero de Acciona Renovables. El empresario apenas levanta los ojos del proyecto del gran complejo turístico que están construyendo en Laguna Village, situado entre Estepona y Marbella y en el que en el pasado mes se colocó su primera piedra para la construcción de este centro que pretende abrir en la primavera de 2023. Este club sufrió un incendio hace unos años y ahora planea su despegue en la nueva milla de oro, que une a Marbella con Estepona.
El empresario está muy ilusionado con Laguna Village, y espera que los 13.000 metros de explotación y la concesión en playa de 1.200 se convierta en un referente para el turismo de calidad de la zona. Además de esta inversión la pareja tiene varios apartamentos en Estepona y una gran propiedad en Guadalmina, en Marbella. Varo es uno de los empresarios de moda y no deja de abrirse a nuevas iniciativas. Salamanca, por su parte, acaba de rodar la segunda temporada de la serie «Bienvenidos al Edén», y así ha estado a caballo entre Lanzarote y Teruel en los últimos meses.
Rodaje feliz en Sevilla
Pero el punto álgido en el que está centrado la actriz es en la película «The man from Rome», que terminó de rodar y que, según ella misma cuenta, ya tiene fecha de estreno: el 21 de octubre. Se trata ni más ni menos de «La piel del tambor», la adaptación cinematográfica de la novela de Arturo Pérez Reverte, rodada en ciudades como Sevilla, Madrid y Roma y dirigida por el colombiano Sergio Dow. La película cuenta con un reparto internacional integrado además de por Amaia Salamanca, por Richard Armitage, Fionnula Flanagan, Paul Guilfoyle, Rodolfo Sancho, Paul Freeman, Alicia Borrachero y Unax Ugalde. La actriz está encantada con el papel que representa en el film, todo un desafío. La intérprete se mete en el registro de la aristócrata Macarena Bruner, una hermosa divorciada que es dueña de los derechos sobre el terreno donde se alza la iglesia Nuestra Señora de las Lágrimas, y que escandaliza a la ciudad con sus amores inapropiados con un bailaor flamenco, mientras coquetea por Sevilla y hace parte principal de un grupo, que se resiste a dejar demoler la Iglesia. «He tenido mucha suerte de haber podido encarnar este personaje, en una de las ciudades mas bonitas que conozco como es Sevilla», confiesa.
De La Moraleja a Guadalmina
Amaia Salamanca pasa parte de las vacaciones estivales en su casa de Guadalmina con sus tres hijos y junto a su marido Rosauro Varo, una propiedad muy cercana a la que tenía la gran Olivia Vaère y a la que tiene el matrimonio José María Aznar y Ana Botella y el piso de María Dolores de Cospedal. En 2020 la pareja se mudó de su lujosa casa en urbanización de La Moraleja a la zona más privilegiada de Marbella: Guadalmina. Su vivienda se alza sobre una de las grandes villas históricas de este municipio y tiene casi 700 metros cuadrados y está distribuida en dos plantas. Estos días, la pareja no ha querido perderse el concierto de su amigo Leiva, entre otras cosas porque Amaia ha participado en el rodaje del videoclip «Justo cuando el mundo apriete», de Viva Suecia y Leiva. Ella misma dice que es un video tan bonito que hasta lo han visto sus hijos.
Los pequeños estudian en el Swan, uno de los colegios más prestigiosos de Marbella y ahora de vacaciones se pasan el día inmersos en sus juegos, «y haciendo deporte». Esta afición ha sido la propia actriz la que les ha metido el gusanillo en el cuerpo a los pequeños. Ella es una excelente deportista: en el País Vasco practicaba atletismo, cuando solo era una cría, y ahora intenta inculcarles esos valores de «Mens sana in copore sano» a sus retoños.
Deportista y bailona
Además, le gustan las aficiones de riesgo. En su último cumpleaños sus amigas le regalaron la experiencia de pilotar un helicóptero, hecho que ella define como: «una experiencia magnífica que quiero repetir». Sus dotes físicas también las expuso en el programa de Jesús Calleja en su aventura en Kirguistán, que vivió con el presentador en «Planeta Calleja», en enero de este año. Allí pudimos ver su noche en una yurta en praderas de alta montaña y haciendo trekking por la legendaria Ruta de la Seda además de una actividad de trashumancia a caballo pastoreando ovejas. En Marbella también le gusta salir a bailar y hace poco la vimos disfrutando en Yuma, la discoteca más potente de la localidad malagueña en esta temporada.